Salieron del aeropuerto y cogieron el autobús que les dejaba en el
barrio donde tenían el apartamento alquilado. El barrio estaba cerca
del centro de Madrid así que llegarían enseguida. Fueron a ver al
conserje para coger las llaves de su nueva casa por un mes.
Chicas esto es precioso-dijo Laura- sois las mejores.
De repente volvió a sonar aquel sonido que despertó a Laura el día
anterior. ¡Era un whatsapp de Joaquín!
Hola princesa, te he visto hace poco y ya te hecho de menos,
¿quedamos en una hora
en Sol?
Que también vengan tus amigas y os hago de guía por Madrid pero
solo sí sales
otro día
conmigo tú y yo solos. Besos
Laura leyó el mensaje en voz alta. Decidieron contestarle que sí a
sus dos propuestas.
Hola
Joaquín, en una hora nos vemos en Sol, acepto que nos hagas de guía
y nuestra
cita
también pero otro día eh, ¿tenemos que ir arregladas o con ropa
cómoda? Besitos.
Joaquín contestó enseguida.
Ok ahora nos vemos, id como queráis pero no os aconsejo
que os pongáis tacones
por que
vais a acabar con los pies destrozados.
Las chicas se cambiaron de ropa, se maquillaron y salieron de la
casa.
No tardaron mucho en llegar a Sol. Se quedaron petrificadas al ver la
espectacular plaza. Pero Laura no estaba atenta a la plaza, sino que
tenía los ojos puestos en ese chico rubio de ojos azules que tanto
le gustaba.
En cuanto las vio se acercó a ellas, dos besos a cada una, los de
Laura más dulces y cariñosos.
-Hola chicas, que ¿os apetece ver Madrid?
-Sííííí-contestaron a la vez las Sugus.
-Gracias por hacernos de guía Joaquín-dijo Laura.
-Por ti es decir, por vosotras haría lo que sea sois mi amigas
¿no?-dijo Joaquín.
-Claro que sí- contestó rápidamente Lucía.
-Bueno vamos a ponernos en marcha-dijo definitivamente Joaquín.
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