Llamaron al timbre. No se levantó nadie así que Laura no tuvo más
remedio que ir ya que no paraban de llamar.
No había nadie solo un sobre en el suelo. Lo abrió.
Ve a Sol.
No quería despertar a sus amigas así que se vistió, algo cómodo.
Pantalones cortos y una camiseta blanca. Y se fue. Cogió el metro
tardó bastante en llegar ya que a las 1 de la mañana no pasaban
muchos trenes. Nada más subir las escaleras algo le tapó los ojos y
la cogió de los hombros.
-¿Quién eres, que estas haciendo?
Pero no contestó, subió unas escaleras y después un ascensor.
Estaba desorientada. Después más escaleras.
Por fin le destaparon lo ojos y miró hacia tras. Eran Cristina,
Lucía y Ester. Todas sonriendo.
-Mira para abajo preciosa-dijo Cristina.
Estaban en una torre bastante alta donde se veía toda la plaza.
Había mucha gente tumbada en el suelo y un chico de pie en el centro
con una cartulina. Era Joaquín pero no se dio cuenta de que era él
hasta que vio que aquellas personas estaban formando las palabras TE
QUIERO. Y la cartulina, era un corazón rojo.
Laura solo pudo llorar de la emoción y abrazar a sus amigas. Bajó
corriendo y allí estaba, el chico que se había declarado, su chico,
su novio.
Le besó y le abrazó. Él le susurro al oído. Te quiero, siento no
haberte contestado pero no quería decirte esto por un mensaje.
Laura contestó, yo también te quiero, eres genial.
El chico las acompaño a casa mientras le explico a Laura como había
hecho todo aquello.
-Llamé a tus amigas y les dije que me tenían que ayudar con algo
muy importante.
-Nos dijo que imprimiéramos un mensaje y lo metiéramos en un
sobre-continuó Lucía.
-Llamamos al timbre hasta que escuchamos tus pasos y nos fuimos
corriendo hasta aquí-siguió diciendo Ester.
-Pero no antes de coger un pañuelo negro para taparte los ojos y
subirte a esa torre-terminó Cristina.
-Y mientras yo estaba reuniendo gente y organizándola para que se
pusieran en su sitio-aclaró Joaquín.
-Pues lo habéis hecho muy bien, nunca voy a olvidar esto. Gracias a
los cuatro-agradeció Laura.
Llegaron y se despidieron, era ya bastante tarde. Así que se fueron
a la cama después de un día inmejorable.
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